Módulo Progress
0% Complete
- Especificidad: garantiza que haya respuestas independientes frente a cualquier tipo de microorganismo. Cada antígeno desencadena una respuesta específica (procesos que ocurren con independencia del antígeno). Puede reconocer a muy diversos antígenos en cualquier tipo de localización. Depende de nuestro entorno. Cada epítopo da lugar a una respuesta totalmente diferente.
- Diversidad: permite al sistema inmunitario responder ante una gran variedad de antígenos. Son capaces de producir múltiples receptores específicos. No es “un gen una proteína” sino que es “un gen, muchas proteínas” ya que son segmentos génicos que se recombinan.
- Memoria: genera respuestas más rápidas e intensas frente a exposiciones repetidas al mismo antígeno/microorganismo. Un clon de células con la misma especificidad que actúan más rápido.
- Especialización: capacidad de desarrollar respuestas más eficaces y óptimas en función del tipo de antígeno.
- Autolimitación: puede volver a una situación basal o de homeostasis por sí mismo mediante los mecanismos de regulación. No se produce consumo de energía, es una situación óptima.
- Ausencia de autorreactividad: impide la producción de lesiones en el huésped durante la respuesta frente a microorganismos. Fallos en este sistema produce enfermedades.
Hace años se asumía lo que se conoce como horror autotóxico: no cabía la idea de que el sistema inmune pudiera hacer daño. Pero ahora sabemos que en condiciones normales esta ausencia de autorreactividad, en las situaciones en las que el sistema inmune se pone a funcionar cuando no es, donde no debe, o con una fuerza que no debe, produce enfermedades autoinmunes.
Por ejemplo, el lupus o diabetes mellitus: se forman linfocitos T citotóxicos contra células que sintetizan insulina.
Responses