La glándula prostática rodea en el hombre la parte inicial de la uretra, por debajo de la vejiga urinaria. No está compuesta sólo de tejido glandular, sino que engloba órganos ya comentados que la atraviesan y que se incorporan a su masa: la uretra prostática, el esfínter liso de la uretra, el utrículo prostático y los conductos eyaculadores.
Su forma es comparable a la de un cono de vértice inferior. Se distinguen en ella cuatro caras (anterior, posterior y laterales), una base (superior) y un vértice (inferior).
El líquido prostático que segrega la glándula se incorpora al líquido seminal durante la eyaculación; su función es aumentar la movilidad de los espermatozoides, neutralizar en parte el pH ácido de la secreción vaginal, y contiene enzimas que ablandan y disuelven el tapón mucoso del cuello uterino.
Relaciones
- La cara anterior está cubierta por el músculo esfínter de la uretra y el plexo venoso prostático (v. más adelante), que la separa de la sínfisis púbica.
- La cara posterior se relaciona con el recto a través del tabique rectovesical.
- Las caras laterales están cubiertas por la fascia prostática, en cuyo espesor se sitúan también venas del plexo prostático. Se relacionan con el músculo elevador del ano, que forma el piso superior del suelo pélvico.
- La base (cara superior) se relaciona anteriormente con la base de la vejiga y el esfínter liso de la uretra. En su parte posterior entra la confluencia de las vesículas seminales con los conductos deferentes para formar los conductos eyaculadores.
- El vértice (extremo inferior) se sitúa por encima del periné y por delante del tabique rectovesical. Por él emerge la uretra tras atravesar la glándula.
La próstata, pues, se encuentra en un espacio propio, la celda prostática, reforzada especialmente en las caras laterales (fascia prostática) y posterior (tabique rectovesical).
La hipertrofia benigna de próstata (HBP) es un cuadro clínico muy común a partir de mediana edad. La próstata aumentada de tamaño presiona el suelo de la vejiga y estrecha la uretra, impidiendo la micción normal. Produce polaquiuria (aumento del número de micciones, normalmente sin lograr un vaciado vesical total), nicturia (necesidad de orinar por la noche) y urgencia con disuria (dolor); aumenta también el riesgo de infecciones urinarias y daños renales. Puede tratarse endoscópicamente mediante resección transuretral (RTU), o extirpando la glándula junto con las vesículas seminales y la porción terminal del conducto deferente (prostatectomía).
Los tumores prostáticos pueden detectarse por tacto rectal como masas duras, asimetrías en la forma de la próstata o irregularidades en su superficie (la HBP es difusa y no suele alterar la superficie de la glándula).
Glándulas Bulboureterales (de Cowper)
Son dos pequeñas glándulas situadas en el espesor del diafragma urogenital (piso inferior del suelo pélvico), a los lados del bulbo del pene.
De cada glándula bulbouretral sale un conducto excretor que se dirige hacia delante y medialmente, penetra en el bulbo del pene y desemboca en el fondo de saco bulbar de la uretra membranosa.
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